El gobierno de Brasil bloquea el 38% del presupuesto de monitorización forestal del Inpe

La propuesta del Planalto valdría para 2020

Brasília y São Paulo

En medio de la peor crisis de la Amazonia de los últimos años, el Gobierno de Bolsonaro no ha aumentado R$ 1 el presupuesto del Inpe (Instituto Nacional de Investigación Espacial) para monitorear el riesgo de incendio y la cobertura del suelo, y además ha dejado casi un 38% de la cantidad destinada a las operaciones de 2020 'a discutir' con el Congreso.

La monitorización se lleva a cabo mediante los sistemas satelitales del Inpe, que identifican incendios en la región amazónica e informan la ubicación de los focos a las autoridades.

El próximo año, el presupuesto para tal operación será de R$ 2,01 millones. Además, R$ 1,21 millones extras se han incluido en el programa de crédito suplementario sujeto a aprobación parlamentaria, lo que hace un total de R$ 3,22 millones. Los datos están recogidos en el proyecto de ley del presupuesto de 2020 presentado en el Congreso, el viernes pasado (30).

Focos de incendio en Pará - Imagen de satélite - Inpe

A modo de comparación, en 2019 el Gobierno solicitó y el Congreso autorizó los mismos R$ 3,22 millones para llevar a cabo el control de la floresta por parte de los sistemas del Inpe, no obstante, no fue incluido nada en el proyecto de crédito extra presentado en el Congreso.

Al cortar el presupuesto del programa de monitorización de 2020, el Ejecutivo busca cumplir con la regla de oro, que impide que el gobierno solicite préstamos para pagar los gastos corrientes, como los salarios y la jubilación. Y al mismo tiempo, divide con el Legislativo la responsabilidad de prevenir crisis ambientales como la actual, que ha ganado repercusión internacional por la forma cómo el presidente Jair Bolsonaro (PSL) respondió a las críticas de los líderes europeos.

El mayor foco de fricción durante la crisis ocurrió entre el mandatario brasileño y Emmanuel Macron, presidente de Francia.

Bolsonaro incluso ofendió a la primera dama francesa y negó la ayuda financiera del G7, calificándola de "limosna".

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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