Entre 2018 y 2019, la deforestación de la mata atlántica creció alrededor de un 27% en comparación con el período anterior, según los datos de la ONG SOS Mata Atlântica publicados el miércoles (27), Día de la Mata Atlántica. El aumento de la destrucción del bioma que ya es el más devastado en el país- solo mantiene el 12% de la mata-, se ha producido tras dos bajadas consecutivas, acompañó la devastación generalizada en la Amazonia y en la floresta durante el primer año del gobierno de Jair Bolsonaro (sin partido)
La nueva deforestación de 14.502 hectáreas registradas se concentra en Bahía, Minas Gerais (en los límites de la floresta) y Paraná (en regiones con araucarias), con aumento de la destrucción del 78%, 47% y 35%, respectivamente.
Al mismo tiempo, Alagoas, Ceará, Espírito Santo, Goiás, Paraíba, Pernambuco, Río de Janeiro, Río Grande del Norte y São Paulo lograron una deforestación cero (menos de 3 hectáreas).
Según Mario Mantovani, director de políticas públicas de la Fundação SOS Mata Atlântica, el discurso del gobierno de Bolsonaro, de "todo vale" y "ya no hay ley", puede estar relacionado con el crecimiento de la tala, especialmente cuando se produce en estados que ya enfrentaban este problema.
Desde la campaña presidencial, Bolsonaro ha criticado la inspección ambiental y ha mencionado una supuesta industria de multas ambientales en Brasil. El mandatario, cuando todavía era diputado federal, fue multado por el Ibama por pesca irregular y no pagó la infracción, como ocurre con la mayoría de las multas ambientales en el país. En julio del año pasado, el Ibama declaró que la infracción de Bolsonaro expiró en 2018.
En el primer año del gobierno de Bolsonaro, Brasil tuvo el menor número de multas ambientales de los últimos 24 años.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA