Médicos sin Fronteras, de las guerras al combate contra el coronavirus en la Cracolandia

Acostumbrada a trabajar en desastres, la organización ofrece asistencia a personas sin hogar en São Paulo

São Paulo

Durante las misiones de Médicos Sin Fronteras, Ana Letícia Nery ya trató a hombres y mujeres heridos por la metralla en la guerra de Yemen en 2016; se ocupó de las víctimas de un bombardeo en la ofensiva contra el Estado Islámico en Mosul, Iraq, en 2017; enfrentó la epidemia del cólera después del ciclón que devastó el norte de Mozambique, en 2019; y atendió a niños con sarampión y malaria en el área controlada por Boko Haram en Nigeria, también en 2019.

Pero la doctora de 31 años nunca imaginó que tendría que cumplir una misión en su propio país, en la ciudad de São Paulo. Desde finales de marzo, Ana Letícia pasa sus días entre la Cracolândia, Plaza de la Sé, Largo São Francisco y refugios para personas sin hogar, como Boracea, en el barrio de Barra Funda.

La médica Ana Leticia Nery, de Médicos sin Fronteras, atendiendo a sintechos durante la pandemia. (Foto: Eduardo Anizelli/ Folhapress, COTIDIANO) - Folhapress

Allí, su trabajo es similar al de los médicos de MSF que ingresaron a aldeas en África occidental durante la epidemia del ébola: se tenía que identificar a las personas infectadas y llevarlas a los hospitales para que pudieran recibir tratamiento y no propagar la enfermedad. El jueves (14), Ana Letícia examinó al sintecho Gabriel Almeida, de 49 años, en el albergue Boracea. Con mucho dolor de garganta, había dejado el barrio de Luz, donde normalmente duerme, para buscar ayuda en el refugio. La médico tomó su temperatura y midió su oxigenación y presión. Hizo algunas preguntas e informó a Gabriel que tenía síntomas de Covid-19. Envuelto en un edredón, tiritando de frío, Gabriel comenzó a llorar. "Tengo mucho miedo de morir solo, en la calle", dijo.

Por lo general, Médicos sin Fronteras trabaja en países destruidos por las guerras y la destrucción, donde la gente muere de hambre o en epidemias que arrasan las zonas más pobres del mundo. Sin embargo, ante el desastre sanitario que amenazaba, la organización montó una operación de emergencia en São Paulo a finales de marzo.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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