Con la disminución del número de casos de Covid-19, las camas clínicas y de la UCI del Sistema Único de Salud (sanidad pública) creadas temporalmente durante la pandemia se están eliminando. Es por ello que desde las secretarias de salud de los estados demandan que parte de estas camas se incorporen definitivamente a la red pública para cubrir el déficit anterior.
De las 14.843 camas de UCI para adultos y 249 pediátricas autorizadas por el Ministerio de Sanidad desde abril, queda poco más de un tercio: 5.233 adultos y seis pediátricos, según la cartera.
El número restante, igualmente, sería una incremento significativo a la red prepandémica. En enero de 2020, el SUS tenía un total de 22,841 camas de UCI. El sector privado, que atiende al 22% de la población, contaba con 22.586, según datos del Consejo Federal de Medicina.
Los secretarios de Estado y municipales intentan ahora convencer al Ministerio para que mantenga al menos 5.000 camas de UCI en regiones donde siempre ha habido falta de este servicio, y que sufren grandes desigualdades en cuanto a la distribución, según fuentes entrevistadas por el periódico involucradas en el asunto.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA