“Llega un momento en que la situación se desborda. Y nos ha tocado a nosotros”, dijo el vicepresidente Hamilton Mourão, al negar la responsabilidad del gobierno de Bolsonaro del aumento de la deforestación y los incendios de la Amazonia.
“Los problemas no comenzaron el 1 de enero”, justificó el presidente del Consejo de la Amazonia, durante una conferencia de prensa celebrada este jueves (5) en Manaus, el segundo día del viaje de la delegación federal a Amazonas.
Con una duración prevista de tres días, la visita pretende cambiar la imagen negativa de Brasil frente a los gobiernos extranjeros, que exigen una mayor protección de la selva y control de la deforestación y los incendios, que batió récords en 2020.
La delegación llegó a Amazonas el pasado miércoles (4), junto al vicepresidente, que también es presidente del Consejo Amazónico, los ministros de Medio Ambiente, Ricardo Salles, de la Oficina de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, y de Defensa, Fernando Azevedo.
La falta de control de los incendios y el avance de la deforestación en la Amazonía llevó a ocho países a enviar una carta al gobierno de Bolsonaro en septiembre, amenazando con cortar las importaciones de productos brasileños, si Brasil no adoptaba medidas efectivas para combatir la devastación del bosque.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA