Una investigación de la ONG británica Global Witness denuncia que JBS, Marfrig y Minerva, los mayores frigoríficos brtasileños de carne y de los más grandes del mundo, han estado comprando ganado, durante al menos los últimos tres años, procedente de fincas deforestadas ilegalmente en Pará. Folha tuvo acceso a la investigación, que duró aproximadamente un año. Los mataderos niegan a Global Witness haber cometido irregularidades.
Junto a la entidad brasileña Imazon, la ONG asegura haber tenido acceso a todas las guías de tránsito animal de las empresas denunciadas de 2017 a 2019, dentro del Estado de Pará.
Con las guías en mano, se pudo verificar por qué fincas pasaba el ganado comprado por los mataderos. Las organizaciones cruzaron después la información de las guías de transporte con la deforestación ilegal identificada por el Inpe (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales) y con las autorizaciones de tala - cada propiedad amazónica puede deforestar hasta el 20% de su área, si tiene aval para ello.
Tras cotejar los datos, los investigadores confirmaron la deforestación ilegal que ha sido detectada en las fincas que, en los últimos años, han formado parte de la cadena de producción de los frigoríficos más importantes del país.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA