El productor cultural Jones MFjay dice que por Madureira, un barrio del norte de Río, inmortalizado por el samba de Arlindo Cruz, siempre circuló una leyenda: dos personas salen a la calle todos los días, un tramposo y un pringado. Cuando se encuentran, el tramposo regresa con el almuerzo y el pringado sin nada.
A pesar de que nació y se crió en la región, a sus 58 años, Jones tuvo que ponerse las gafas este lunes (21) para creerse lo que sus ojos veían. “¡En mi mano, en mi mano, la cura de la Covid!”, Escuchó al pasar por el puente que está frente a la escuela de samba Império Serrano y que conduce a la estación de tren.
Y gritaba "galo" que, en la jerga carioca, significa que cuesta R$ 50, uno de los números que representa al animal en la lotería de animales. El productor pensó que era un farol.
Pero cuando estiró el cuello sobre el hombro de uno de los "viejos" que se agolpaban al rededor del vendedor, pudo ver una caja escrita en (lo que parece ser) chino. Abajo, decía "SARS-CoV-2 Vaccine, inactivated", una supuesta vacuna contra el nuevo coronavirus.
La escena que él y al menos otros tres vecinos relatan está siendo investigada por la Policía Federal y la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), que informa de forma genérica que "todas las denuncias son investigadas" por ambos organismos.
Ambos, sin embargo, afirman que no es posible compartir ninguna información sobre los procedimientos en curso. "Cualquier comercialización o aplicación de la vacuna, al margen del ensayo, de la Covid-19 hoy en día en Brasil es una actividad irregular y derivada de la falsificación, ya que hasta ahora no hay vacunas autorizadas en Brasil", señala el organismo regulador.
La Policía Civil de RJ dijo que la Comisaría de Consumo ha abierto una investigación para descubrir la veracidad la información publicada en las redes sociales. "Los agentes realizaron investigaciones sobre el terreno y no encontraron la comercialización de la droga. Se sospecha es la información sobre la venta de la vacuna es falsa".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA