Los documentos sobre un vasto plan de tala y transporte ilegal en la Amazonia arrojan sospechas sobre 61 empresas madereras de la región. El pago de sobornos garantizó el fraude, y los investigados utilizaron 20 nombres diferentes para referirse al soborno, como "sandía", "guaraná", "calmante" y "baba".
Folha obtuvo los principales documentos de la Operación Arquímedes, una investigación conjunta de la Policía Federal y el Ministerio Público Federal. Se trata de la operación más grande jamás realizada contra el mercado ilegal de madera en la Amazonia, cuyas dos priomeras fases fueron puestas en marcha en 2017 y 2019.
Con base en un análisis de los documentos, el periódico identificó la existencia de 61 madereros sospechosos de operar de alguna manera en el mercado negro, principalmente en el sur del Amazonas. La cantidad de empresas implicadas aumentará conforme la investigación vaya avanzando.
El soborno -o bendición, foto, hoja, pescado y paquete, como consta en las conversaciones telefónicas pinchadas en el marco de las investigaciones- se pagaba para agilizar las licencias de uso de áreas de manejo; evitar inspecciones; o asegurar que las áreas protegidas estén catalogadas, de alguna manera, como áreas con permiso para la explotación por parte de madereros, según los documentos analizados.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA