En noviembre de 2021, durante la COP26, el presidente Joe Biden prometió que Estados Unidos invertiría US$9 mil millones para combatir la deforestación en el mundo. En el evento de Glasgow, más de cien países, incluido Brasil, se comprometieron a perseguir la deforestación cero de cara a 2030, es decir, dentro de ocho años.
El día después del discurso de Biden, el representante demócrata Steny Hoyer presentó un proyecto de ley con un nombre largo: la Ley para Mitigar y Lograr Cero Emisiones de la Naturaleza para el Siglo 21. El apodo es Ley Amazon21.
El paquete prevé que el fondo de US$ 9 mil millones se utilizará para combatir la deforestación, reduciendo así las emisiones de carbono, ya que la tala de árboles libera gases a la atmósfera. El parlamentario calcula que reducir los contaminantes equivaldría a retirar todos los automóviles de las carreteras estadounidenses durante dos años.
Ocho meses después, hay pocas señales de urgencia: el plan se envió en noviembre al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara y no se ha movido desde entonces.
"Sigo trabajando con mis colegas de ambos lados de la Cámara para asegurar que podamos avanzar en una legislación sólida sobre la Amazonía.21 Espero obtener una ley de consenso para votar en el Pleno lo antes posible", dijo Hoyer a Folha.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA