El río Solimões es una arteria central de la Amazonia. Lleva consigo la ancestralidad, conecta regiones y países, da vida a una multitud de comunidades tradicionales en sus orillas y en las orillas de afluentes y arroyos.
El tramo que baña la Tierra Indígena Porto Praia de Baixo, en la región de Tefé (AM), se ha convertido en un desierto. El caudaloso río, que marcaba el ritmo de la comunidad, ha sido reemplazado por enormes bancos de arena que se extienden hasta donde alcanza la vista. Kokamas, tikunas y mayorunas cruzan estos bancos de arena de un lado a otro, de un extremo a otro de la tierra indígena, en una imagen que recuerda a un desierto. La transformación es una situación extrema: los indígenas de Porto Praia están de acuerdo en señalar la sequía de 2023 como la peor que han visto, superando los efectos de la sequía de 2010.
El río se ha secado considerablemente, los bancos de arena son más extensos, los barcos anclan cada vez más lejos, la sequía ha durado más tiempo y se espera que este escenario de desierto continúe hasta noviembre. "Tenemos que sacar estos barcos de aquí hoy, si no, todo estará atascado mañana", decía uno de los indígenas de Porto Praia este viernes (13), refiriéndose a unos 30 barcos parados frente a la comunidad. "El río sigue bajando", afirmaba.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA