Después de cuatro años consecutivos de índices muy altos, la deforestación anual en la Amazonía quedó por debajo de 10,000 km² por primera vez. De agosto de 2022 a julio de 2023, se perdieron 9,001 km² de selva, una reducción del 22,3% en comparación con el período anterior.
Los datos son del programa Prodes, del Inpe (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales), que fueron divulgados este jueves (9) y son considerados los números oficiales de deforestación en el país, utilizados en la definición de políticas públicas. El índice rompe el patrón establecido durante el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (PL) y representa una victoria para el presidente Lula (PT), quien tenía en la agenda ambiental uno de los focos de su plataforma electoral.
Marina Silva (Rede), elegida por el petista para encabezar nuevamente el MMA (Ministerio del Medio Ambiente y Cambio Climático), fue la responsable de la creación del programa que redujo la deforestación de 27,8 mil km² en 2004 a la mínima histórica de 4,6 mil km² en 2012.
La ministra afirmó que enfrentó este año una situación más complicada que en 2003, cuando asumió la cartera por primera vez. Según ella, el gobierno Bolsonaro fue permisivo en la región y permitió la proliferación de una serie de crímenes, como la minería ilegal y el tráfico de armas y drogas.