En 2019, ya no basta con ser un gran artista. El pernambucano Samuel de Saboia, de 21 años, lo sabe bien. Ser un personaje que entiende a su público, discute con él, tiene una fuerte presencia en las redes sociales y cautiva a quien está a pocos metros de distancia dejó de ser un extra para convertirse en regla.
Sarmurr, como se hizo conocido en la red social Instagram, creció en el barrio pobre de Totó, en Recife: "Salí de la periferia para ser un joven artista".
"La gente vivía bien y luego cayó", cuenta. En los tiempos de las vacas gordas, Saboia estudió francés e inglés. De sus padres, que son pastores, le vino el gusto por la lectura y la Biblia.
La moda es otro elemento importante a la hora de analizar el ascenso de Saboia en Internet y fuera de ella. Sin seguir modas, recurre a piezas encontradas en tiendas de segunda mano de São Paulo, Nueva York o París.
El olfato para las pasarelas lo heredó de la madre, que siempre se dedicó a la costura y es fan de Chanel y de Pucci. También lo heredó de su padre, al que define como "consumista" y de buen vestir.
"La moda aparece en mi trabajo en el color, la textura y el movimiento de los pinceles", define.
Sarmurr recibió el sobrenombre de "nuevo Basquiat". La comparación con el artista norteamericano Jean-Michel Basquiat es inevitable. No sólo por los dibujos, también por el apodo, pues Basquiat llegó a firmar como SAMO en los grafitis que decoraban las paredes de edificios abandonados de Nueva York a finales de los años 1970.
Siguiendo la narración que creó en su primera muestra individual, "Beautiful Wounds", que trata sobre el homicidio de cinco amigos cercanos víctimas de la homofobia, transfobia y xenofobia, expuesta en Nueva York a finales de 2018, De Saboia decidió profundizar más en el tema de la muerte en su nueva individual, "Guardianes", que abre al público este jueves (31), en la Galería Emmathomas, en São Paulo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA