Las medidas de Bolsonaro ponen en peligro los bienes históricos y culturales de Brasil

El Gobierno cede a la presión del mercado y promueve cambios en el Iphan, la principal agencia brasileña de preservación

São Paulo

La grabación de la polémica reunión ministerial que ha revolucionado Brasilia durante diez días arrojan luz sobre el enfrentamiento entre la preservación del patrimonio cultural del país y el punto de vista de Jair Bolsonaro. En la disputa entre los órganos de protección y el mercado de la construcción civil y el turismo, el mandatario trabaja para hacer que el Instituto Nacional del Patrimonio Histórico y Artístico, Iphan, sea más flexible frente a los intereses económicos.

La principal agencia de conservación del país incluye en la lista de bienes protegidos el paisaje cultural de Río de Janeiro, la zona del barrio de Luz y el Teatro Oficina, estos últimos en São Paulo, el conjunto arquitectónico de Pampulha, en Belo Horizonte, el centro histórico de Salvador, además de varios yacimientos arqueológicos. Estas son áreas que, por su ubicación y por su condición y el paisaje histórico, están en la mira de constructoras y cadenas hoteleras.

Salvador, Bahia, Pelourinho Crédito: Crédito: Max Haack / Prefeitura de Salvador

En la controvertida reunión que se celebró a finales fines de abril, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, llegó a decir que se debía aprovechar que la atención estaba dirigida al coronavirus, para "aprobarlo todo", en ese todo se encuentran las obras paralizadas por el Iphan.

Bolsonaro había criticado al ente porque, según él, este ha estado obstaculizando la finalización de obras. Entre ellas, las de la cadena de tiendas Havan, propiedad del empresario Luciano Hang. De acuerdo con el presidente, el Iphan paraliza proyectos por "caca petrificada de indio".

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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