La ginebra está de moda tanto en cócteles clásicos como en los de nueva creación

Antiguamente, en Brasil, beber ginebra era considerado el "último estadio del alcoholismo"

Marília Miragaia
São Paulo

Antiguamente, en Brasil, beber ginebra era considerado el "último estadio del alcoholismo", recuerda con humor, el barman Márcio Silva, del establecimiento Guilhotina. "Era lo que más se decía antes de este boom", cuenta.

Pero la fama cambió de un día para otro. Después del boom de 2016, la bebida sigue creciendo con la ayuda de productores de dentro y fuera del país, como es el caso de la portuguesa Savvy que acaba de salir al mercado.

En el bar Ginger, el gin-tónica Grape Gin con grapefruit y menta - Christian Maslowski/Divulgação

"Es una bebida refrescante y, la manera de servirla, transmite elegancia", explica Domingos Meirelles, del Sóshots & Gin Club, en Itaim. El bar inaugurará, hasta finales de año, un nuevo espacio en los Jardines para ofrecer su extenso menú de gin-tónicas que cuenta con 40 etiquetas nacionales e importadas.

Pionera en el país, G & T, que comenzó con un bar pop up en 2016, se mudará a la calle Oscar Freire el mes que viene y funcionará durante todo el día. Para ello, enriquecerá aún más su ya generosa carta de ginebras para ofrecer 95 opciones.

El consumo de ginebra continúa su ascenso en el país y estamos lejos de una saturación del mercado, explica Angélica Salado, analista sénior de bebidas de Euromonitor International. Tanqueray, propiedad del gigante Diageo, es una buena prueba de ello, y es que sus ventas se han duplicado en Brasil en el último año.

El desafío para el futuro, según Euromonitor, es diversificar todavía más el uso de la bebida destilada, conquistando terreno más allá del gin-tónica.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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