Los universitarios están aplazando la conclusión de la graduación para prolongar los contratos de prácticas y evitar la cola del paro en la que ya están casi 13 millones de personas en Brasil.
Pierre Luz de Souza, de 25 años, concluiría la carrera de Ingeniería Ambiental en la UFPel (Universidad Federal de Pelotas) en diciembre. No obstante, aplazó la graduación para finales de 2019 con el objetivo de conseguir una pasantía.
Para alargar la carrera, los alumnos se dejan asignaturas obligatorias o la entrega del trabajo final.
"Vi a colegas que tuvieron mucha dificultad para conseguir empleo por la falta de experiencia y yo no quiero pasar por eso", afirma Souza.
Antes de la recesión, muchos estudiantes preferían esperar y conseguir un trabajo con contrato y mejor remunerado. Sin embargo, la estrategia de Souza es cada vez más frecuente, dice Naercio Menezes, profesor en el Centro de Políticas Públicas del Insper y en la USP.
"Doy clases desde hace muchos años y alargar la conclusión de la carrera no pasaba por la cabeza de nadie".
La tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 24 era de un 26,6% en el segundo trimestre de 2018, ligeramente por debajo del 27,3% del mismo período del año pasado, pero muy por encima de la media brasileña del 12,4%, de acuerdo con el IBGE.
En la FGV EAESP (Escuela de Administración de Empresas de São Paulo), se produjo un crecimiento del 10% en el número de alumnos inscritos en el primer semestre, en comparación con el mismo período del año pasado.
Traducido por AZAHARA MARTÍN