En el mercado clandestino de televisión brasileño están involucrados políticos, empresarios e iglesias

En agosto, el presidente Michel Temer emitió un decreto endureciendo las reglas para retransmisoras

Julio Wiziack
Brasília

Empresarios, iglesias y políticos compran, venden y alquilan clandestinamente canales de TV en Brasil.

Las lagunas legales mueven este negocio, que llega a 1.200 canales anunciados, según operadores que piden no ser identificados.

 Los canales son concedidos por el Ministerio de Comunicaciones, sin costo, y sólo pueden ser transferidos después de tres años de operación.

 Sin embargo, los interesados tienen que enfrentarse a listas de espera de miles de solicitaciones y, por eso, recurren a los llamados canales de estante, aquellos cuyos titulares no abren estaciones ni piden autorización de funcionamiento a Anatel (Agencia Nacional de Telecomunicaciones).
 

los interesados en canales de TV tienen que enfrentarse a listas de espera de miles de solicitaciones - Marivaldo Oliveira/Codigo19/Folhapress

Según el Ministerio, el plazo legal para ese procedimiento es de un año. Pero en la Ley no constaba, hasta agosto, algún tipo de penalización.

El resultado fue la proliferación del comercio clandestino. En ciudades del interior, un canal de la tecnología analógica no sale por menos de R$ 100 mil (US$ 24 mil).

 Si se puede migrar a la tecnología digital, aumenta para un millón de reales (US$ 240 mil).

En agosto, el presidente Michel Temer emitió un decreto endureciendo las reglas para retransmisoras, que ahora tienen cuatro meses para llevar a cabo la regularización.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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