El escenario internacional favorable y los recientes descubrimientos de litio en Brasil dispararon la búsqueda de las reservas del mineral, materia prima para la fabricación de baterías eléctricas.
Dos proyectos ya en curso elevarán a Brasil al estatus de uno de los mayores productores mundiales durante la próxima década.
Hasta el inicio de este mes, según datos de la ANM (Agencia Nacional de Minería), el número de solicitudes de investigación del mineral era de 117, más que el triple del año anterior y casi diez veces el registrado en 2016.
El proceso viene generando gran expectativa en el Valle del Jequitinhonha, norte de Minas, una de las regiones más pobres del país, pero con gran potencial.
A principios de 2018, se produjo también un crecimiento por la demanda de áreas en el Nordeste, principalmente en Rio Grande do Norte, en Paraíba, en Pernambuco y en Bahía.
Calificado como el "petróleo del futuro", por ser un potencial sustituto del motor a combustión, el litio está experimentando una gran valorización en el mercado internacional.
El precio se disparó en los últimos años, ante los planes de los países desarrollados para reducir las emisiones contaminantes del transporte, lo que provocó una carrera por las reservas de todo el mundo. Las montadoras como Volkswagen ya anunciaron metas para el final de la producción de vehículos de gasolina.
Brasil tiene hoy una pequeña producción en proyecto de la CBL (Compañía Brasileña de Litio), en Araçuaí, enfocada en el consumo básico del mercado interno, como lubricantes y cerámicas. Pero las inversiones recientes ya empiezan a cambiar el panorama.
"Brasil era tímido en este segmento. De repente, surge la demanda eléctrica, y el sector está pasando por un despertar", afirma Ivan Jorge Garcia, especialista en recursos minerales de la agencia.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA