Con Bolsonaro, militares amplían su participación en área económica

Un almirante es nombrado para dirigir el consejo de Petrobras; Los oficiales ya están en 4 ministerios y 2 empresas públicas

São Paulo y Brasília

El nombramiento, el lunes, de un excomandante de la Marina, el almirante Eduardo Bacellar Leal Ferreira, como presidente del Consejo de Administración de Petrobras consolida la participación inédita de militares en áreas vitales de la economía.

Los oficiales ya están en cuatro ministerios y dos empresas estatales con fuerte influencia en los rumbos de la economía.

Según técnicos que detentan la historia de la burocracia federal, la presencia de oficiales en el gobierno ya es la mayor ocupación en la administración pública federal desde la dictadura.

La militarización cumple una promesa de campaña de Jair Bolsonaro y está alineada con la percepción de los brasileños. La imagen de los militares, de manera general, es buena. La encuesta del instituto Datafolha de 2018 muestra que el 78% de la población confía en las Fuerzas Armadas, el mayor índice entre instituciones.

Jair Bolsonaro es condecorado por el almirante Eduardo Bacellar Leal Ferreira con la Orden del Mérito Naval - Alan Santos/PR

Los militares están en los ministerios de Infraestructura, Minas y Energía, y de la Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones, y también en jefaturas de gabinetes y secretarías.

La propia cartera de Economía contará con un militar. En el mercado y en el Congreso, la gran duda surge sobre la posibilidad de que surjan conflictos entre los recién empoderados militares y el equipo de Paulo Guedes, ministro nominalmente todopoderoso del área económica.

Por ahora no se detecta una repetición del dirigismo estatal asociado al pensamiento militar en el área económica.

Un general vinculado al bolsonarismo dice que las Fuerzas evolucionaron y hay consonancia con el liberalismo de Guedes. Durante la dictadura, militares daban las órdenes, pero la política económica era responsabilidad de civiles.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original