Con una deuda de R$11.960 millones (US$ 3.000 millones), Atvos, el brazo sucroalcoholero del grupo Odebrecht, interpuso el miércoles una demanda de recuperación judicial. El documento fue tramitado en la 1ª Sala de Quiebras y Recuperaciones Judiciales de São Paulo y aprobado por el juez João de Oliveira Rodrigues Filho.
La claudicación de la compañía es un revés importante para el grupo Odebrecht y para los bancos, principalmente los públicos. BNDES es el mayor acreedor, a la espera de cobrar R$ 4.100 millones (US$1.000 millones). A este le sigue el Banco do Brasil, con R$ 3.800 millones (US$950 millones), la Caixa Econômica Federal, con R$ 530 millones (US$133 millones), el Itaú, con R$ 390 millones (US$98 millones), y Bradesco, con R$ 260 millones (US$65 millones).
Con el aval de Justicia, la compañía tendrá que presentar un plan de recuperación en un plazo de 60 días. Es muy probable que el plan implique una pérdida expresiva para los acreedores, porque su estructura de capital no soporta más de R$ 5.000 (US$ 1.250 millones) en deudas.
En la demanda de recuperación judicial, a la que Folha tuvo acceso, Atvos relata que estaba negociando una "salida amistosa" con los bancos, cuando fue sorprendida por un "ataque específico y desgarrado" de uno de los acreedores.
Según fuentes próximas al proceso, se trata del fondo estadounidense LoneStar, con el que la compañía mantiene una deuda de R$ 1.100 millones (US$276 millones). Los estadounidenses, a través de la justicia, consiguieron retener parte de los ingresos de la venta de etanol, lo que asfixió financieramente a la empresa. Con la recuperación judicial, no podrán recibir el dinero.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA