Las empresas brasileñas con acciones negociadas en la Bolsa hicieron caso omiso a los pronósticos pesimistas de la economía brasileña para 2019 y las consecuencias dañinas que puede causar un PIB (Producto Interno Bruto) débil a los negocios, en sus informes de resultados del primer trimestre.
Y, para los inversores, el cambio tiende a reducir el potencial de ganancias en la Bolsa.
Un estudio llevado a cabo por Folha revela que de las 63 compañías listadas en el Ibovespa (el principal índice accionario del país), 37 no citaron problemas macroeconómicos o consideraron la crisis un problema cerca de la superación.
En el grupo de pesimistas hay 18 empresas, que en comunicados a inversores o durante una conferencia de analistas económicos y periodistas especializados, manifestaron su preocupación. Ya entre los optimistas se destacan compañías de capital mixto como Banco do Brasil e IRB.
"El inicio de 2019 demostró una tímida mejora frente al año 2018. Sin embargo, las incertidumbres políticas llevaron a varias revisiones a la baja de las estimaciones del crecimiento del PIB, indicando una lenta recuperación de la economía", escribió el Grupo Iguatemi .
En las últimas semanas, los economistas comenzaron a hacer cortes agresivos de las expectativas de crecimiento. Itaú prevé un 1%, menor que el 1,1% registrado en 2017 y 2018.
Cuando el año comenzó, el mercado alimentaba su optimismo con el gobierno de Jair Bolsonaro (PSL) y la aprobación de la reforma de las pensiones.
Las condiciones adversas limitan el potencial de alza del beneficio de las empresas y distancian al Ibovespa de récords como los 140 mil puntos de los pronosticados por los especialistas de mercado durante el auge del optimismo.
La Bolsa cerró el viernes (17) registrando los valores mínimos del año (89.992 puntos), frustrando a aquellos que esperaban ver el índice recuperar los 100 mil puntos de marzo.
Colaboraron Júlia Moura y Daniela Arcanjo
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA