La media de ingresos mensuales fruto del trabajo del 1% más rico de la población brasileña alcanzó, en 2018, el equivalente a 33.8 veces la ganancia obtenida por el 50% más pobre. En la parte superior de la pirámide, el rendimiento medio fue de R$ 27.744; ya en la mitad más pobre, de R$ 820.
La diferencia entre los ingresos obtenidos el año pasado por el 1% más rico y el 50% más pobre batió el récord del histórico del PNADC (Encuesta nacional continua) del IBGE, que comenzó en 2012.
La desigualdad ha aumentado porque el ingreso laboral real de la mitad más pobre ha disminuido o aumentado mucho menos que el de los más ricos, especialmente en los últimos años.
Para la gerente de estudios, Maria Lúcia Vieira, el aumento de la desigualdad refleja la recesión en el mercado laboral de los últimos años, que afecta principalmente a quienes viven en ocupaciones menos formales.
"Los pobres terminan sufriendo más que aquellos empleados indefinidos o funcionarios públicos, por ejemplo", explicó durante una entrevista concedida el miércoles.
De 2017 a 2018, por ejemplo, la ganancia del 10% más pobre cayó un 3.2% (a R$ 153 de media) mientras que la del 1% más rico aumentó un 8.4% (a R$ 27.774).
Desde el comienzo de la encuesta, y coincidiendo con el aumento de la desigualdad, también ha habido una disminución del total de hogares atendidos por el programa asistencial Bolsa Familia pasando de 15.9% en 2012 a 13.7% en 2018.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA