El comentario de Paulo Guedes (Economía) sobre el riesgo de que el país declare otro AI-5 en caso de radicalización provocó una oleada de fuertes reacciones institucionales y económicas, incluso después de que el ministro aclarase el martes (26) que solo desea una "democracia responsable".
El lunes (25), en Washington, al comentar sobre las manifestaciones en países latinoamericanos, Guedes clasificó como "locura" la convocatoria de protestas del expresidente Lula. "No se asusten si alguien ordena el AI-5", concluyó.
Poco antes, había pronosticado la continuación del alza del dólar. Este martes, la moneda estadounidense cerró su cotación en R$ 4,241, un nuevo récord nominal, incluso después de dos intervenciones del Banco Central. La bajada de los tipos de interés de cara a 2020 también sufrió el reajuste del mercado.
Los analistas dicen que el ministro calculó mal el impacto de las declaraciones y causó inestabilidad política. La mención sobre el riesgo de protestas en Brasil atrae la desconfianza e inhibe aún más la inversión a largo plazo, como en infraestructura.
Guedes también fue criticado por Rodrigo Maia (DEM-RJ), el presidente del Congreso de los Diputados, y Dias Toffoli, del Supremo. El diputado cuestionó el uso frecuente del concepto de AI-5 por parte del Gobierno. Jair Bolsonaro declinó hacer comentarios al respecto.
AI-5 fue el quinto de una serie de autos emitidos por la Dictadura militar brasileña. El AI-5, solapándose a la Constitución de 24 de enero de 1967, así como a las constituciones provinciales, daba poderes extraordinarios al Presidente de la República y suspendía varias garantías constitucionales.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA