El plan de reforma del programa asistencial Bolsa Familia, ya entregado al presidente Jair Bolsonaro, prevé un aumento que se centra en la porción de familias que se encuentran en condiciones de extrema pobreza.
Aunque está dirigido al grupo más necesitado, el proyecto desagrada al equipo económico, que aboga por una versión aún más modesta del programa social.
En 2019, Bolsonaro no concedió el ajuste del beneficio a la inflación para poder cumplir su promesa de crear la 13a cuota.
La idea ahora es priorizar a aquel sector con los ingresos más bajos. Una porción de la población que representa dos tercios de los 13 millones de familias incritas en el programa.
El Bolsa Família atiende a personas que viven en la pobreza extrema, con ingresos per cápita de hasta R$ 89 al mes, y pobreza, con rentas entre R$ 89,01 y R$ 178 al mes.
La cantidad recibida varía según el número de miembros de la familia, la edad y los ingresos. Actualmente, la media es de aproximadamente R$ 191.
Elaborada por el Ministerio de la Ciudadanía y la Casa Civil, la propuesta inicial de reformulación aumentaría el presupuesto del programa unos R$ 16 mil millones.
Debido a la resistencia del equipo del ministro de Economía, Paulo Guedes, el proyecto tuvo que ser deshidratado. El núcleo político del gobierno considera que la ampliación mínima debería ser de R$ 10 mil millones, ya que, para 2020, se han destinado menos recursos para el programa que el año pasado.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA