El presidente de Itaú Unibanco, Candido Bracher, deja el Foro Económico Mundial de Davos, aliviado por los buenos resultados presentados por el equipo económico.
Pese a no prever un "big bang" de inversiones extranjeras en 2020, cree que el escenario es idóneo para la expansión de negocios frente a la nueva realidad que ofrecen los bajos tipos de interés de Brasil.
Sin embargo, a Bracher le preocupaba la opinión, ya frecuente entre los extranjeros, especialmente los europeos, de que Brasil no es un país ecológico.
"Es muy difícil emitir un juicio sobre lo que sucede en el medio ambiente, porque hay mucha información que no coincide. Desde el punto de vista de la comunicación, somos muy malos. En cualquier foro aquí en Europa, Brasil es considerado un mal ejemplo en cuanto a protección ambiental".
En el ámbito político, el ruido que llega de Brasilia también resuena en las oficinas de empresas en el extranjero, lo que alimenta la desconfianza sobre la estabilidad política brasileña. Sin embargo, en este sentido, Bracher asegura tener buenos argumentos para tranquilizarlos.
"Tuvimos una migración a los polos en términos de discusión ideológica. Y sí, puedo confirmar que se ha producido esta polarización en Brasil, pero también que las instituciones apoyan este debate y permiten que ocurra dentro de una atmósfera ordenada".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA