La administración de Jair Bolsonaro está preparando una medida para permitir a las empresas extranjeras participar en licitaciones y ser proveedores gubernamentales sin necesidad de tener una filial brasileña.
La medida, de acuerdo con el Ministerio de Economía, también facilitará la participación de grupos internacionales en obras de infraestructura, como autopistas, ferrocarriles y aeropuertos.
Actualmente, la ley exige que una empresa o incluso un individuo represente legalmente a la compañía extranjera en el proceso de licitación. No obstante, ahora, la nueva normativa permitiría que grupos de fuera participasen directamente.
Cristiano Heckert, Secretario de Administración del Ministerio de Economía, estima que la nueva regulación será publicada en marzo y entrará en vigor antes de mayo. "La compañía entra y participa en el concurso desde cualquier parte del mundo".
Al principio, el cambio debe ser aprovechado principalmente por proveedores de medicamentos, suministros hospitalarios y programas informáticos, de los cuales el país es un gran consumidor. Los servicios de consultoría, limpieza y vigilancia también están en la lista.
Posteriormente, se espera que, tras una curva de aprendizaje, la competencia se extienda a más sectores.
Heckert asegura que incluso pueden sacarse a concurso las obras de infraestructura siguiendo el nuevo modelo. La única condición es que sean contratadas por el llamado RDC (régimen de contratación diferenciado), creado en 2011 para funcionar como una alternativa más rápida a la Ley de Licitación (8.666, que requiere la participación presencial en las licitaciones).
Hoy en día, el RDC ya está presente en prácticamente todas las obras viales del Dnit (Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte). Infraero (gerente del aeropuerto estatal), Valec (para la construcción ferroviaria) y Funasa (para acciones de saneamiento) también utilizan el modelo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA