Bolsonaro destina a militares el mayor refuerzo presupuestario durante su primer año de gobierno

El Ministerio de Defensa consiguió gastar en 2019 U$ 1.460 millones más de lo previsto inicialmente

São Paulo

 Durante el primer año de gobierno del capitán retirado del Ejército, Jair Bolsonaro, el Ministerio de Defensa se benefició del mayor refuerzo presupuestario. La cartera terminó 2019 gastando R$ 6.300 millones (US$ 1.460 millones) más de lo previsto inicialmente.

Otras tres carteras superan a Defensa en cuestión de partidas, pero son casos extraordinarios. Como Economía y Ciudadanía que reunieron varias carteras bajo su presupuesto. También hay que recordar el caso de los cofres de Minas y Energía por los que pasan los fondos originarios de la subasta de cesión onerosa del petróleo, pero esto no significa gasto.

Una mejor situación financiera llegó de la mano de otras victorias de los militares, como el protagonismo dentro del gobierno y la aprobación de una reforma de pensiones y carrera propia, demandas que, desde hace dos décadas, se venían arrastrando.

Jair Bolsonaro y el ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva Foto: Antonio Cruz/Agência Brasil

Con 8 de los 22 ministros de las fuerzas armadas, Bolsonaro tiene uno de los gobiernos más militarizados de la historia.

 El presupuesto de Defensa en 2019 registró un gasto de R$ 109.900 millones (US$ 25 mil millones), según Siga Brasil, el sistema del Senado Federal de seguimiento de ingresos y gastos. Esto coloca a la cartera como la cuarta más importante en términos de fondos.

La cifra es un 10.9% más alta que el año anterior y es probablemente una de las más grandes en la historia en términos nominales. Y es que la base de datos de Siga Brasil solo cuenta con información a partir de 2001.

No obstante, en este siglo, el gasto militar ha sido casi constante en cuanto a porcentaje del PIB (Producto Interno Bruto). El mayor salto se produjo en las inversiones, pasando de R$ 9.500 millones (US$ 2.200 millones) a R$ 15.900 millones (US$ 3.690 millones), es decir, 14,5% del presupuesto total.

No está muy cerca de lo invertido por las naciones avanzadas en el campo militar, como los EE UU (29%), pero es más del 11.8% registrado en 2018, ya en valores corregidos por el IPCA. Es la mayor cantidad destinada a inversiones en el presupuesto total de la Unión, el 28%.

La parte de los gastos de personal sigue la tendencia histórica de dominar el gasto militar: el 73,3% se destinó a ello, o R$ 80.500 millones (US$ 18.680 millones). Del total de este monto, R$ 47.700 millones (US$ 11.000 millones) están destinados a militares inactivos, donde se incluye el pago de pensiones.

El costo ya consumió R$ 13.400 millones (US$ 3.100 millones) en 2019, invirtiendo su posición en el ranking con el lugar de las inversiones.

El gasto militar brasileño ha oscilado, en los últimos años, alrededor del 1,5% del PIB; en 2019, fue del 1,51%.

Es un valor compatible con los niveles europeos, donde el objetivo de la OTAN (alianza militar occidental) es llegar al gasto del 2% del PIB en defensa, pero allí los inactivos no entran en la cuenta final.

En el ranking más respetado de la industria, el del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, Brasil ocupa el 11º lugar en gastos brutos en sus militares.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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