Brasil nunca importó tantos pesticidas como en 2019. Casi 335.000 toneladas de insecticidas, herbicidas y fungicidas aterrizaron en el país de enero a diciembre.
El volumen es un 16% más alto que en 2018 y es un récord para la serie histórica iniciada en 1997, según datos del Ministerio de Economía.
El crecimiento de las importaciones sigue a la expansión de las ventas de pesticidas en el país.
Los datos del Ibama (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables) muestran que, en 2018, el dato disponible más recientes, se vendieron 549 mil toneladas de productos en todo el país, lo que significa un aumento del 1.8% respecto al año anterior.
Larissa Mies Bombardi, profesora del Departamento de Geografía de la USP (Universidad de São Paulo) y autora de la investigación Geografía del uso de pesticidas en Brasil y Conexiones con la Unión Europea, señala como uno de los motivos de la demanda la expansión del área de cultivo del país.
Según ella, la soja aumentó prácticamente el 100% del área cultivada en los últimos diez años, y la caña de azúcar, alrededor del 50%. "Hay un aumento muy significativo del área de cultivo en un corto período de tiempo", dice Bombardi.
En el caso de la soya y el maíz, prácticamente toda la producción se basa en semillas transgénicas resistentes a los herbicidas, lo que impulsa el uso de pesticidas en el país.
En el caso de 2019, la investigadora señala como una posible razón para el aumento de dos dígitos la autorización récord de pesticidas, por el gobierno de Jair Bolsonaro.
El año pasado, se registraron 474 nuevos pesticidas en Brasil, la mayor cantidad en los últimos 14 años. Desde 2017, esta liberación anual ya era de más de 400 productos. Actualmente, el país tiene 2.247 pesticidas registrados.
El Ministerio de Agricultura dice que no es posible establecer una relación entre el despacho y el volumen de las importaciones, ya que los nuevos productos pueden ser fabricados por empresas nacionales o extranjeras.
Hoy en día, las importaciones representan más de la mitad del volumen de pesticidas vendidos en el país y, entre los principales fabricantes extranjeros en Brasil, se encuentran Syngenta de Suiza, además de Bayer y Basf de Alemania.
Para Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), los nuevos ingredientes son generalmente productos con un mejor perfil toxicológico y controlan las plagas con menos aplicaciones.
El Sindiveg (Unión Nacional de la Industria de Productos Fitosanitarios) dice que, debido a los desafíos climáticos y las plagas, el registro de nuevos productos en 2019 fue positivo, ya que la ley que regula los productos de protección de cultivos en Brasil fue elaborada en 1989 y puede ser que no haya seguido el ritmo de las diversas evoluciones de la agricultura.
En el Legislativo, se está aprobando un proyecto de ley que instituye la Política Nacional para la Reducción de Agrotóxicos que enfrenta la resistencia del sector agroindustrial parlamentario, cuyo lobby es uno de los más fuertes en la Cámara de los Diputados y el Senado.
El presidente del Frente Parlamentario Ambientalista, el diputado Rodrigo Agostinho (PSB-SP) dice que el aumento de las importaciones es el resultado de las dificultades de la industria nacional y de la liberación de pesticidas genéricos. "Nuestra agricultura, para ser competitivos, terminó acostumbrándose al uso de agrotóxicos", dice.
Él dice que es posible usar pesticidas de manera segura. "El problema es que, muchas veces, quienes lo usan no tienen acceso a asistencia técnica e información sobre el uso correcto de la sustancia", dice Agostinho.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA