El gobierno de Pernambuco reaccionó a la revelación de que la Unión quiere autorizar la entrada de cruceros y explotar naufragios artificiales en el archipiélago de Fernando de Noronha. A través de un comunicado, el Estado afirma que la isla, un santuario ecológico con varios ecosistemas protegidos, no puede ser objeto de un modelo de turismo depredador.
La intención del Ejecutivo sobre la liberación de grandes embarcaciones turísticas fue anunciada durante el fin de semana en las redes sociales del presidente de Embratur (Instituto Brasileño de Turismo), Gilson Machado. En una visita a Noronha, aparece junto al senador Flávio Bolsonaro (sin partido-RJ)
En un comunicado de prensa enviado el martes por la noche (4), el Secretario de Medio Ambiente del Estado de Pernambuco, José Berthoti, afirma que desconocen los límites de la capacidad de Fernando de Noronha.
En 2019, la isla estuvo en el centro de la polémica después de que el presidente Jair Bolsonaro, por medio de un video publicado en redes sociales, criticase el valor de las entradas y las considerase "un robo".
Tras la polémica, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, visitó el archipiélago y declaró, en una reunión privada, que la pesca de sardinas y los vuelos nocturnos a Fernando de Noronha, prohibidos debido al deterioro del ecosistema, serían autorizados. Las medidas prometidas aún no fueron implementadas.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA