El mercado bursátil brasileño sufrió una contracción del 12.17%, llegando a 86.067 puntos, el nivel más bajo desde el 26 de diciembre de 2018. Es la mayor caída en un día, en porcentaje, desde la crisis rusa en septiembre de 1998.
São Paulo interrumpió las negociaciones cuando la devaluación alcanzó el 10%. Nueva York también accionó su circuit breaker. El dólar se disparó y, a pesar de dos intervenciones de Banco Central, cerró con alza del 2%. Asimismo, la prima de riesgo aumentó un 30,3%.
Después de la crisis del coronavirus en enero, el Ibovespa cayó un 27,35% y derritió la ganancia obtenida desde el comienzo del gobierno de Bolsonaro. Ayer, la devaluación del petróleo pesó en medio de la disputa entre sauditas y rusos.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, declaró que "la democracia brasileña reaccionará transformando esta crisis en avance de reformas". "[Es hora de] que los tres Poderes, con serenidad, resuelvan su parte".
"Estamos listos para ayudar, como el año pasado. Creo que [las reformas] ayudan, pero ciertamente no son el único punto para resolver el daño de la crisis", dijo Rodrigo Maia (DEM-RJ), presidente de la Cámara.
El Congreso ha señalado que deshidratará el PEC de emergencia, que crea factores desencadenantes para contener el gasto público. "El PEC que necesitamos no es este", dijo la senadora Simone Tebet (MDB-MS), relatora de la propuesta.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA