En un gesto de presión para forzar la reanudación de la actividad económica, el presidente Jair Bolsonaro llevó a un grupo de empresarios al STF (Tribunal Supremo Federal) el jueves (7) para informar al presidente del tribunal, el ministro Dias Toffoli, los impactos de aislamiento social en el sector privado.
El ministro Paulo Guedes (Economía) formó parte de la delegación. La reunión fue una sorpresa y no estaba en la agenda de las autoridades. Según los empresarios escuchados por Folha, fue idea de Bolsonaro llevar las quejas a otras Potencias, en este caso, el Supremo.
Uno de los miembros del grupo de empresarios incluso comparó la situación de la industria con los efectos de Covid-19 en la salud cuando dijo que habrá muertes por CNPJ (Registro Nacional de Entidades Legales).
Este jueves (7), Brasil registró 610 nuevas muertes, según el Ministerio de Salud. Desde el comienzo de la nueva pandemia de coronavirus, 9.146 personas han muerto en el país.
En el camino desde la meseta hasta la Corte Suprema junto a hombres de negocios, Bolsonaro llevaba una máscara, como recomiendan los funcionarios de salud. En manifestaciones, el presidente ha aparecido sin el accesorio.
Al escuchar las demandas, Toffoli exigió la coordinación del gobierno con los Poderes y las entidades de la Federación. Dijo que es necesario planificar el retorno del funcionamiento de las industrias.
En la corte, Bolsonaro nuevamente afirmó que los efectos de la restricción de circulación no pueden ser mayores que los problemas causados por la enfermedad misma.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA