En la administración de Jair Bolsonaro, las partidas para las inspecciones laborales y la lucha contra el trabajo esclavo se han reducido casi a la mitad, en comparación con la media de años anteriores.
De 2013 a 2018, se invirtieron anualmente en operaciones una media de R$ 55,6 millones (US$ 10 millones)
En 2019 y 2020, el valor bajó a R$ 29,3 millones (US$ 5,3 millones). Para el 2021, el Presupuesto atribuye aún menos, R$ 24,1 millones (US$ 4,4 millones), la cifra más baja del histórico, cuyos registros comienzan en 2013.
La reducción de fondos se produce al mismo tiempo que el Gobierno Federal busca flexibilizar la legislación laboral.
Desde la reforma laboral aprobada en 2017 por el Parlamento, la demanda de auditorías ha ido en aumento.
"Pero con la reducción del presupuesto, no hay manera de hacer milagros. Se producirá una caída de las inspecciones", dijo Carlos Silva, del sindicato de auditores laborales.
Por su parte, el Ministerio de Economía explica que planea utilizar nuevas herramientas tecnológicas para incrementar el número de operaciones.
Las centrales sindicales dicen que intentarán dar la vuelta a la situación durante el debate del Presupuesto 2021 en el Parlamento.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA