En un escenario considerado optimista, Brasil tendrá 16 millones de personas pobres más cuando finalice la ayuda de emergencia pagada a los más vulnerables, a fines de 2020.
Equivalente a la mitad de la población de Venezuela, este contingente de “nuevos pobres” se expandirá a casi un tercio de los brasileños que vivirán con menos de R$ 522,50 mensuales, de media. La cantidad representa menos de la mitad del salario mínimo y alrededor de US$ 3 por día.
El pago de ayuda de emergencia durante la pandemia de coronavirus a más de 65 millones de brasileños ha reducido abruptamente y sin precedentes la pobreza en el país, llevándola a su nivel más bajo.
El final del beneficio tendrá el efecto contrario, y de forma rápida. La interrupción de las ayudas aumentará el número total de pobres del 23,6% (50,1 millones de personas) a alrededor del 31% (66,2 millones).
En esta hipótesis más optimista, considerada muy improbable, Brasil volvería, en términos de pobreza, al mismo nivel que antes de la pandemia, según proyecciones del FGV Social con base en los microdatos de PnadC (Encuesta Nacional por Muestra de Hogares Continua) y del PNAD Covid, del IBGE.
El escenario no parece factible por dos razones principales: durante la pandemia, fueron los trabajos más precarios, especialmente en el sector servicios, los que más sufrieron el aislamiento social; y los ingresos de los más pobres ya habían sido los más afectados.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA