El consejo de administración de Petrobras cree que la modificación realizada en 2018 en los estatutos de la compañía protege a la dirección de interferencias externas.
Este parecer redujo la resistencia inicial al cambio de mando de la empresa pública anunciado el viernes (21) por el presidente Jair Bolsonaro. El mandatario nombró al general Joaquim Silva y Luna para dirigir la empresa.
Esta protección se incluyó en el gobierno de Michel Temer, con el objetivo de tratar de evitar la repetición de injerencias como las que se vivieron durante el gobierno de Dilma Rousseff, que generaron una pérdida de casi R$ 90 mil millones en el departamento de refinación de la empresa.
La cláusula principal determina que la empresa exija el reembolso del gobierno en caso de pérdidas de ingresos por la concesión de subsidios o inversiones de interés público.
Es decir, si la empresa se ve obligada a vender gasolina más barata que en el mercado internacional, el Ejecutivo tendría que cubrir la diferencia de ingresos.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA