Pese a que se esperaba la recuperación entre 2021 y 2022, el mercado laboral de bajos salarios va a mantener la tendencia de la última década de creciente informalidad.
Según los expertos, este será uno de los principales obstáculos para acelerar el crecimiento y rescatar a millones de brasileños que se han hundido en la pobreza durante la pandemia.
En la última década, Brasil tuvo el peor desempeño de los últimos 120 años, empujando a los menos cualificados hacia la informalidad, un área de la economía que paga, produce y crece menos, comprometiendo la evolución media.
En la pandemia, incluso el trabajo informal fue diezmado por la paralización del sector servicios, responsable del 70% del PIB (Producto Interno Bruto) y del empleo, la mitad de ellos al margen de la formalidad.
Las principales ocupaciones de este segmento (trabajadores domésticos y empleados del sector privado sin contrato laboral, cuenta propia sin CNPJ, entre otros) perdieron hasta el 20% de los puestos de trabajo.
Aquellos con menos nivel de educación, su mayoría informales y que no completaron el bachillerato, han visto desaparecer hasta el 17% de sus ingresos, según el Ibre-FGV (Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas) con base en un estudio del IBGE (Pnad y Pnad-Covid -19).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA