Viajar con la familia, cambiar de coche, invertir en un negocio o matricular a los hijos en un colegio privado. Planes como estos siempre han formado parte del día a día de las familias brasileñas, no obstante, es cada vez más frecuente renunciar a ellos.
Mientras el país celebra el avance de la vacunación para contener los trágicos efectos de la covid-19, enfrenta los problemas que ha agravado la crisis sanitaria.
En este contexto, frente a la mejora del bienestar de la población, pesan el paro, la inflación, la caída de los ingresos y la dificultad para volver al mercado laboral después de largos períodos sin empleo.
Según una encuesta del Instituto Locomotiva, realizada a pedido de Folha, esta realidad ha provocado un recorte presupuestario durante y después de lo peor de la pandemia. Entre los encuestados, el 26% de las familias dijeron que tenían que cancelar el seguro de salud individual o reducir su uso.
Además, el 14% ya no pudo pagar la matrícula escolar de sus hijos y tuvo que meter a sus hijos en el sistema de educación pública, el 12% han prescindido de trabajadoras del hogar y el 52% abandonó la idea de cambiar de coche.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA