En el comando de un tercio de las empresas nacionales bajo control directo del Estado, el personal militar del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea acumula las retribuciones propias de miembros de las Fuerzas Armadas y los sueldos o beneficios pagados por las empresas en las que trabajan.
En el gobierno de Jair Bolsonaro (sin partido), oficiales de las tres Fuerzas conquistaron posiciones estratégicas y beneficios en la administración pública federal, que se extendió a empresas nacionales, con altos salarios y control de presupuestos multimillonarios.
De 46 empresas estatales con control federal directo, 16 (34,8%) están presididas por oficiales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. La gran mayoría de ellos están en la reserva y una pequeña parte están jubilados (jubilados).
Un estudio realizado por Folha revela que en 15 de las 16 empresas nacionales hay acumulación de retribuciones. El oficial recibe tanto la cantidad equivalente al ejercicio militar como la remuneración pagada por la empresa estatal. Estos militares, por lo tanto, reciben salarios brutos que van desde R$ 43.000 (US$ 8.300) a R$ 260.000 (US$ 50.000). Todos estos montos superan el techo de los funcionarios federales, de R$ 39.300 (US$ 7.500), que es el salario de un magistrado del STF (Supremo Tribunal Federal).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA