En octubre, Brasil registró el mayor aumento de la inflación del mes desde 2002, un aumento del 1,25% en el IPCA (Índice Nacional de Precios al Consumidor Extendido) impulsado por la gasolina y los billetes de avión.
Según el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), que hace el cálculo, los nueve grupos de ítems analizados subieron.
El máximo de 12 meses alcanza el 10,67%, el más alto desde enero de 2016, superando las expectativas del mercado y alejándose del techo fijado por el Banco Central, de 5,25% para este año.
La escalada debería continuar en 2022 y se están recalculando las proyecciones, suponiendo un riesgo para la actividad económica.
Es probable que el dólar alto, las incertidumbres fiscales y un repunte en el sector de servicios continúen presionando los bienes y servicios al menos a corto plazo, de acuerdo con los economistas.
Las empresas, dado el aumento del costo del combustible y la electricidad, también pueden traspasar el incremento al consumidor.
En el período de 12 meses, China experimentó la inflación industrial más alta en 26 años (13,5%) y EE. UU., el mayor salto de precios al consumidor en 30 (6,2%).
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA