En los 120 complejos turísticos de Brasil, el ambiente es de optimismo con respecto a las vacaciones de verano.
Según Sergio Souza, presidente de la asociación Resorts Brasil, que cuenta con 53 miembros, la tasa de ocupación a finales de año puede alcanzar el 80%, la misma que en tiempos prepandémicos.
Para Souza, factores como la subida del dólar, el precio vertiginoso de los pasajes al exterior e incluso la inseguridad en relación a la nueva variante del coronavirus han inhibido los viajes internacionales.
"Ante esta situación, los destinos brasileños son más competitivos. Desde octubre, hemos sentido un aumento gradual de las reservas".
Incluso las tarifas, que son al menos un 20% más altas que en 2019, no han asustado a los huéspedes dispuestos a pasar unos días en grandes complejos de alojamiento y ocio. Muchos ya no tienen vacantes para las últimas semanas de 2021.
Los balnearios, como es habitual, han sido los más buscados para la temporada alta, pero hay opciones para quienes prefieren la tranquilidad de la montaña o los paisajes rurales.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA