Al enterarse de que el Banco Central liberaría R$ 8 mil millones olvidados en cuentas bancarias, la profesora jubilada Rita Porto, de 93 años, se puso nerviosa. Movilizó a la familia para actualizar sus datos bancarios e ir tras el premio gordo que creía tener.
Este martes (8), recibió R$ 1.000, sin saber que el dinero en realidad procede de un crowdfunding organizado por sus hijos y nietos.
Como muchos brasileños, Rita Porto tenía derecho a unos pocos centavos, más precisamente 4 centavos, de "cuotas de crédito u obligaciones". Una verdad que la familia prefirió ocultar, para evitar la frustración de la señora.
En febrero, cuando supo de la posibilidad de recuperar cantidades perdidas a través del Banco Central, la anciana estaba hospitalizada por insuficiencia cardíaca en Manaus (AM). Quería ayudar a pagar los medicamentos, el oxígeno, la fisioterapia y la habitación del hospital.
Incluso tenía la esperanza, caso fuera una buena cantidad, de ayudar a sus hijos a pagar sus viviendas.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA