Brasil y Estados Unidos firmaron un acuerdo militar sin precedentes que, si es explotado en su totalidad, podría ayudar a la industria nacional a abrir el mercado de defensa más grande del mundo.
El acuerdo, conocido por el acrónimo RDT&E (acrónimo en inglés para investigación, desarrollo, pruebas y calificación), se firmará la próxima semana, durante la visita del presidente Jair Bolsonaro a Miami.
Políticamente, a Bolsonaro le servirá para decir que su alineación a Donald Trump está dando sus frutos.
No obstante, en realidad, el RDT&E comenzó a negociarse por iniciativa estadounidense en 2017, bajo el gobierno de Michel Temer (MDB). Eso sí, el acercamiento entre Bolsonaro y Trump aceleró las negociaciones.
En marzo del año pasado, Brasil recibió el estatus de aliado privilegiado fuera de la OTAN (la alianza militar occidental). Ese título por sí solo no significa nada sin tratados específicos, y ahora esa brecha puede comenzar a ser cubierta por el RDT&E.
El acuerdo, al ser internacional, debe ser ratificado por los Parlamentos de ambos países. Itamaraty espera que la tramitación sea rápida, al estilo del texto de salvaguardas, que permitirá a Estados Unidos lanzar cohetes desde la base de Alcântara (MA) en aproximadamente seis meses.
Esta visión optimista dependerá del Parlamento que pasa por un conflicto político con Bolsonaro y que será suspendido a partir de julio, debido a las campañas electorales municipales.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA