El gobierno brasileño cree que tardará el fin del veto estadounidense

Incluso con la reducción en la curva de transmisión del virus, la Casa Blanca aún no ha levantado barreras a los países europeos

Brasília

Jair Bolsonaro, que predica su alineación con la política de Donald Trump, sufre un revés político con las restricciones de Estados Unidos al ingreso de personas que han estado en Brasil en los últimos 14 días. Una medida que no parece que vaya a ser suspendida a corto plazo.

Este es el pronóstico de algunos interlocutores del gobierno de Bolsonaro que siguen de cerca el asunto.

Según estos asesores, el lenguaje del decreto emitido por la Casa Blanca es muy similar al utilizado en la limitación impuesta, a mediados de marzo, a los viajeros que pasaron por Reino Unido, Irlanda y las naciones europeas del área Schengen. Las restricciones responden a la propagación del nuevo coronavirus.

Capitolio, en Washington D.C., Estados Unidos. (Xinhua/Ting Shen)

El decreto sobre la zona Schengen, un área de libre circulación dentro de Europa, es del 11 de marzo, y el que afecta al Reino Unido e Irlanda es del día 14 del mismo mes.

Aunque la curva de transmisión del virus de varios países europeos ya han dado señales de reducción, EE. UU. todavía no ha levantado estas barreras.

Esto lleva a los funcionarios del gobierno a pensar que Brasil recibirá un tratamiento similar, sin perspectivas de normalización hasta que el país demuestre que los índices de propagación de la enfermedad están controlados.

El asesor especial de la Presidencia para Asuntos Internacionales, Filipe Martins, restó importancia al decreto el domingo (24) y declaró que "el gobierno estadounidense está siguiendo parámetros cuantitativos previamente establecidos, que naturalmente llegan a un país tan poblado como el nuestro". “No hay nada específico contra Brasil. Ignora la histeria de la prensa”, añadió.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original