Aislada del resto de Colombia y pegada a la ciudad brasileña de Tabatinga (AM), Leticia, incrustada en la selva amazónica, está experimentando la peor crisis sanitaria de su historia. Y para muchos de sus habitantes, la culpa del desastre recae sobre el gobierno de Jair Bolsonaro.
"No lo digo como agresión, pero parece que el presidente Bolsonaro no le dio importancia a la epidemia", declaró el alcalde de Leticia, Jorge Luis Mendoza, a Folha durante una entrevista telefónica.
Con una frontera seca, Leticia y Tabatinga funcionaban como un único municipio e incluso compartían la misma avenida principal. Hasta el 17 de marzo, cuando el gobierno colombiano cerró las fronteras del país.
Con solo el 0.1% de la población de Colombia, Leticia, de 49 mil habitantes, concentra el 7% de las 705 muertes del país a causa del coronavirus. Es la tasa de mortalidad más alta del país que tiene 50 millones de habitantes.
Para el alcalde, el resultado es que Leticia se ha quedado fuera de la reapertura gradual de varias ciudades colombianas a partir de la primera semana de junio.
El alcalde de Leticia añadió: “Que [Bolsonaro] priorice la vida de las personas. Se deben tomar medidas contra la propagación de la enfermedad. Con personas sanas, es mucho más fácil reactivar una economía maltratada”.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA