Con dos lulús de pomerania, un brasileño secuestrado en Colombia es rescatado tras pasar por 11 escondites

José Matias y su compañero, el suizo Daniel Max Guggenheim, estuvieron en manos de disidentes de las FARC durante tres meses

São Paulo

“Estamos aquí, con los ojos vendados, en una habitación oscura. No sé nada. No habléis con el ejército, sobre todo con el de Colombia, por amor de Dios ".

La voz es José Ivan Albuquerque Matias, de 50 años, un brasileño que pasó tres meses secuestrado por una guerrilla en el interior de Colombia. Es la grabación que su hermana, que vive en Porto Alegre, consiguió en una de las pocas llamadas que recibió la familia durante el cautiverio.

Rescatado el 18, Matias, como se le conoce, se encuentra en un hotel con escolta militar en Bogotá, está siendo sometido a exámenes médicos y tratamiento psicológico mientras espera su vuelo para salir del país, programado para este sábado (27).

Daniel Guggenheim y José Ivan Albuquerque Matias Crédito: Ejército da Colombia

Ha perdido 20 kg en este tiempo, se cayó y se golpeó la cabeza durante un cambio de escondite y estuvo enfermo varias veces por la hipertensión. Ahora está bien físicamente, pero tiene dificultades para dormir y pesadillas constantes.

El exsoldador y técnico de ventas Matías fue secuestrado por disidentes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) el 16 de marzo durante un viaje de turismo que estaba haciendo con el jubilado suizo Daniel Max Guggenheim, de 67 años, su compañero desde hace diez años.

Los dos perros de la pareja, los lulus de pomerania Fifi y Preto, también fueron capturados y, sorprendentemente, sobrevivieron al cautiverio.

La pareja se perdió en un camino de la región del Cauca, cuando iban de Corinto a La Plata, y el GPS los llevó por un terreno sin asfaltar dominado por la guerrilla. Cuando se detuvieron para pedir información en una tienda de comestibles, dos hombres se les acercaron.

"Nos preguntaron qué estábamos haciendo allí, dijeron que era una zona roja, y solo se podía entrar con permiso", dice Matias. "Y dijeron: aquí no se llega a La Plata, se llega al cementerio".

Luego fueron vendados y llevados al primero de los 11 escondites donde estuvieron durante todo el secuestro. Cada vez que el Ejército se acercaba, los trasladaban, siempre durante la noche, a veces recorriendo varios kilómetros.

Las guerrillas pertenecen a la Columna Móvil Dagoberto Ramos, uno de los grupos fundados por exmiembros de las FARC que se resistieron a entregar sus armas en el acuerdo de paz de 2016, firmado después de más de medio siglo de conflicto armado que dejó a decenas de miles de víctimas civiles.

Ese día, Matias había se tomado dos pastillas para el dolor de cabeza y solo pudo quedarse dormido a las 5 de la mañana. Se despertó a las 6:30 am, "un poco mareado", con el sonido del helicóptero del ejército acercándose y los soldados gritando "¡venimos a por ustedes!".

Paralizado, lo sacaron de la habitación. "Fifi se asustó y se metió debajo de la cama, Daniel tuvo que gritar que no nos iríamos sin los perros. Logramos cogerlos. En 10 minutos estábamos dentro del helicóptero", dice el brasileño.

Entre alivio y la emoción del rescate, surgió el temor de que hubiera guerrilleros armados escondidos en el bosque. "Pero no se dispararon tiros", dice.

El hombre que estaba vigilando a la pareja en ese momento fue arrestado. Cinco días después, el Ejército anunció la detención del líder de la columna Dagoberto Ramos, acusado de los asesinatos de líderes sociales y una candidata a alcalde de la región, además de otros delitos.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original