Brasileño narra el 'infierno' de contraer Covid-19 en una cárcel de inmigrantes en EE UU

Más de 6.000 personas ya se han infectado dentro de estos centros de detención

Viçosa (MG)

Cansado de trabajar en Brasil “sólo para sobrevivir”, el carpintero Paulo Passos, de 39 años, decidió el año pasado buscar una vida mejor en Estados Unidos. Ya había vivido “en América” de 2004 a 2015 y sabía la forma de entrar, incluso sin documentos.

Junto a un amigo, viajó a la frontera México-Texas y cruzó el 26 de diciembre. Sin embargo, al llegar al otro lado, fue detenido por la policía fronteriza. Pasó seis meses recluso en tres cárceles para inmigrantes. Y durante este período, estalló la pandemia de Covid-19.

Autoridades publicaram esta imagem com imigrantes em uma espécie de jaula; jornalistas disseram ter visto crianças em condições semelhantes
Centro de detención de inmigrantes en EE UU. - ALFÂNDEGA E PROTEÇÃO DE FRONTEIRAS DOS EUA

En poco tiempo, la emergencia sanitaria que Paulo veía por televisión se materializó en la celda donde se encontraba, en el Centro de Procesamiento del Condado de Otero, en Nuevo México. A principios de mayo, de los 32 internos de su celda, 23 fueron diagnosticados con coronavirus, entre ellos él y otro brasileño.

Según Paulo, la atención preventiva fue defectuosa. Con las literas fijadas al suelo, era imposible mantener la distancia entre internos. Las mascarillas solo se distribuyeron días después de los primeros casos.

La primera contaminación sintomática en su celda fue registrada el 1 de mayo, cuando un inmigrante enfermó y nunca regresó. Poco después, un ecuatoriano tuvo fiebre de 40 ºC durante tres días, sin que se hiciera nada, según el brasileño.

Con bronquitis y antecedentes de tres neumonías, Paulo temía que su pulmón fuera golpeado por la Covid-19, pero afortunadamente el único síntoma que manifestó fue dolor en el pecho. Fue aislado en una de las “salas de castigo”, como llaman a las celdas de confinamiento solitario. Allí permaneció 12 días.

Paulo fue deportado en un vuelo fletado por el gobierno estadounidense el 19 de junio, pocos días después de que Brasil se convirtiera en el segundo país con más muertes por Covid-19 del mundo.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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