Poco más de dos años después de su discurso de investidura como canciller, cuando prometió alinear el Ministerio de Relaciones Exteriores con los deseos de los votantes de Jair Bolsonaro, Ernesto Henrique Fraga Araújo ha presentado su dimisión tras sufrir presiones por parte del Parlamento.
Araújo, que antes de su toma de posesión era un diplomático desconocido recientemente ascendido a embajador, dejó el cargo el lunes (29) después de haber conseguido despertar la animadversión de distintos sectores de la sociedad y del propio gobierno. De la cúpula del Parlamento Nacional a los generales que asesoran a Bolsonaro, pasando por grandes empresarios y líderes agroindustriales, todos se unieron en los últimos días para alejar del Ejecutivo al que consideraban un obstáculo en las relaciones con socios extranjeros.
Araújo se reunió con Bolsonaro el lunes por la mañana y comunicó al presidente que dejaba la jefatura de la Cancillería.
La destitución de Ernesto, confeso admirador del escritor Olavo de Carvalho, es también un duro golpe para el ala ideológica del bolsonarismo, que en los últimos años ha tenido las puertas abiertas en la Cancillería.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA