Las hermanas Viktoria, de 27 años, y Anastassiya, de 24, están detenidas en Bielorrusia, mientras que Aliaksandra, de 21, está tratando de reconstruir su vida en Brasil y podría convertirse en la primera refugiada bielorrusa del país.
El 9 de agosto de 2020, el mundo vio por televisión cómo las tropas de antidisturbios del gobierno golpeaban a manifestantes y periodistas, cuando el dictador Aleksandr Lukachenko, en el poder desde 1994, fue reelegido presidente.
El día 10, más personas acudieron a protestar por la violencia perpetrada contra los opositores. Las tres hermanas estaban entre ellas. Estuvieron retenidas durante tres días y permanecieron en la mira del régimen porque aparecieron en un video de Internet tratando de detener las palizas a los manifestantes.
En las siguientes semanas, Aliaksandra accedió al pedido de su novio y viajó a Brasil el 14 de octubre.
Dos días después, Anastassiya fue condenada por violencia contra la policía y los agentes antidisturbios, a dos años de prisión, y Viktoria recibió dos años y seis meses porque también participó en una manifestación durante la campaña electoral.
Solo cuando habla de su vida en Brasil, Aliaksandra comienza a sonreír. Solicitó asilo en noviembre, pero aún espera la decisión del Comité Nacional para los Refugiados.
Con residencia temporal, mientras su nombre engrosa la lista de personas buscadas por la dictadura, estudia tecnologías de la información y extraña su país. “Es inevitable, y el comienzo fue lo más difícil, cuando me di cuenta de que no podía volver tan pronto. Pero ahora estoy en Brasil, y lo que estoy pensando es hacer mi vida aquí".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA