Dos días después de ser sancionada la ley que creó el delito de intimidación sexual, un hombre fue arrestado el miércoles por supuestamente manosear la pierna de una pasajera en un tren de cercanías de la CPTM. Es la primera denuncia en el marco de la nueva legislación.
La norma prevé una pena de hasta cinco años de prisión para quien "practique contra alguien y sin su anuencia un acto libidinoso con el objetivo de satisfacer la propia lascivia o la de tercero".
Antes de la ley, acciones de este tipo solían encuadrarse en la ley de contravenciones penales, que data de 1940, cuya punición se reducía al pago de una multa.
El caso de este miércoles se produjo cerca de la estación Sagrado Corazón, en Jandira, en el área metropolitana de São Paulo. Contra el sospechoso, Maurício Ribeiro, de 56 años, ya constaban dos denuncias, de 2016 y 2017, por atentado al pudor en el interior de trenes de la CPTM, en la misma zona de la ciudad.
"Comenzó a frotarme con su pierna, me alejé, pero se acercó de nuevo, le di una patada, pero a él no le importaba, no paraba, cuando puso su mano en mi muslo, grité, me puse muy nerviosa, lloré" , cuenta la víctima, la vendedora Edilane Soares, de 25 años, a Folha.
Fue la primera vez que pasó por esta situación en el transporte. "A decir verdad, me sentí una basura, él pensó que yo era cualquier cosa, que podía llegar y cogerla de la forma que quisiera", explica.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA
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