Todos los días, a 18 metros bajo las pistas de la autovía de circunvalación paralelas al río Tietê, obreros trabajan en la construcción de un túnel. Cada turno de 12 horas, el proyecto avanza 1 metro.
La obra, cuya entrega está prevista para 2020, consiste en un supertúnel de 7,5 km por donde pasará el alcantarillado de 2 millones de habitantes de São Paulo.
Esta es una de las etapas más importantes del Proyecto Tietê, conjunto de obras coordinado por la Sabesp (compañía paulista de agua y saneamiento) que tiene como objetivo limpiar el río Tietê -uno de los principales de la ciudad.
El supertúnel recorrerá una gran área de la metrópolis, que abarca desde el zoológico, en la zona sur de São Paulo, hasta el centro.
Las obras forman parte del principal paquete de medidas del sector ambiental del gobierno paulista: el Proyecto Tietê, que ya consumió US$ 2,8 mil millones desde 1992, sin considerar la inflación.
En los primeros años del proyecto, la Sabesp y el Gobierno del Estado llegaron a decir que hasta 1998 habría peces en el Tietê y que, en 2005, estaría completamente limpio.
El optimismo de aquella época no se confirmó. Según la SOS Mata Atlántica, el río continúa muerto en 122 km (frente a 530 km en la década de 1990) de sus 1.100 km de extensión.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA