Los policías militares de elite de São Paulo están alojados en condiciones precarias mientras hacen guardia desde hace semanas en el extremo oeste del Estado para impedir la fuga de los jefes de la banda criminal PCC, que cumplen condena en cárceles paulistas.
La mayoría de los efectivos duerme en colchones de 5 cm de grosor y sin funda, no tiene ropa de cama y se encuentra en alojamientos improvisados- algunos de ellos sin cama e iluminación adecuada. Además reciben del Gobierno una comida de poca calidad.
Folha entrevistó a decenas de PMs y visitó los alojamientos que la tropa ocupa desde octubre cuando el gobierno estatal puso en marcha una operación tras descubrir un plan de fuga para liberar a reos.
El principal objetivo sería Marco Camacho, Marcola, apuntado por la policía y la Fiscalía como el número 1 del PCC.
Según los PMs, inicialmente fueron destacados para un período máximo de dos semanas, no obstante, todavía no les han dado una previsión de cuándo van a poder regresar a la capital paulista.
Los policías aseguran que están listos para el enfrentamiento, si es necesario, pero se quejan del desgaste físico y psicológico en estas condiciones. Algunos incluso alegan problemas financieros.
El Gobierno de São Paulo informó que el gobernador Márcio Francia (PSB) determinó el pago de jornadas, del máximo valor de carácter de excepcionalidad, a todos los policías militares desplazados.
Según el comunicado, el gobernador solicitó al jefe de gabinete de la Secretaría de Seguridad Pública y al comandante interino de la Policía Militar que se trasladaran a Presidente Venceslao para inspeccionar las condiciones en las que se encuentran los efectivos.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA