Una fortaleza en medio de la cracolandia paulistana

El Gobierno de SP prometió libre circulación por el condominio, pero los residentes resisten atrás de muros con alambre

Thiago Amâncio
São Paulo

Un camino arbolado y con libre circulación de personas, además de mercado, guardería, escuela de música y tiendas en los bajos del edificios, en lo que sería una especie de continuación de la plaza Júlio Prestes, en el centro de São Paulo.

Esto fue lo que prometió el Gobierno de São Paulo al construir cinco edificios de pisos de baja renta en plena cracolandia (zona de la ciudad que se ganó este nombre por la concentración de toxicómanos).

Pero quien pasa por delante de los nuevos edificios se encuentra con una doble protección de muros, uno de hormigón y otro de hierro, ambos con concertinas en la parte superior. También cuenta cámaras, rejas, policía y cientos de adictos al crack.

Viandantes circulan entre los muros de hierro que cercan los edificios de pisos de baja renta - Folhapress

Una asociación público-privada que comenzó durante la gestión de Geraldo Alckmin (PSDB) construyó 914 pisos en la zona y va a erguir otros tres inmuebles, con 216 apartamentos. Además de las viviendas, habrá tiendas, guardería para 200 niños, un mercado y la nueva sede de una escuela de música.

Como la intención es revitalizar la región y sacar de allí a los dependientes de drogas, el proyecto original no contaba con muros alrededor de los edificios.

Los nuevos vecinos, temerosos del vecindario, ya se organizan para evitar la retirada de las barreras ya que,  según ellos, esta medida conllevaría un riesgo de invasión y asaltos.

Los propietarios recogen firmas y hacen reuniones para definir cómo conseguir la permanencia de los muros.

La propuesta de la esteticista Ludmila Príncipe, de 27 años, que vive en el cuarto piso de uno de los edificios, es liberar el acceso de la población a las tiendas, pero hacer otra portería más cercana a la entrada de su edificio manteniendo el muro.

"Hay dos porteros, seguridad, cámara, y estamos pagando por ello, no vamos a ceder", dice ella, que no se atreve a salir sola por la noche.

Y justamente ante la inseguridad, algunos propietarios de pisos se resisten a mudarse a su nuevo hogar. De los 914 ya entregados, sólo 347 están ocupados -según el Gobierno, los propietarios de los otros 567 están firmando los contratos. La finalización de los otros dos edificios está prevista para el segundo semestre de 2019.

"Todas las unidades del condominio cuentan con control de portería para la identificación de vecinos", y los terrenos en obra tienen equipos privados de seguridad y cámaras, explica el Gobierno.

"Paralelamente, la Policía Militar mantiene la vigilancia preventiva en la región con equipos de policía motorizada y operaciones especiales.

La región, donde en el pasado se localizaban los palacetes de la elite paulistana, pasó a degradarse en la segunda mitad del siglo pasado, movimiento acentuado a partir de los años 1990, con la instalación de la llamada cracolandia, perímetro de venta y uso de crack.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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